Japón es un país del continente Asiático, ubicado al noreste de China y de Taiwán al este de Corea en el océano pacifico, donde se destaca su cultura debido a sus características socioculturales, religiosas, y artísticas, a través de la historia, ésta cultura ha sido influenciada por los países más cercanos, tanto en su vida diaria como en el trabajo plástico donde se evidencia claramente, aportando en su desarrollo y búsqueda de un mejor acabado siendo estas influencias referentes y no la solución, aportando en sus diversas producciones plásticas. La cultura Japonesa forma parte importante en el desarrollo de las diversas producciones plásticas, debido a la manera en que avanza o cambia lo hace claramente la producción Cerámica.
La Arcilla es un material que se encuentra en las diversas partes del mundo, y Japón no es la excepción, éste puede ser utilizado en la creación de distintos objetos, de los cuales se destacan las producciones utilitarias, que nacen de una necesidad cotidiana, además este material debe ser cocido o horneado para que obtenga su composición cerámica, permitiendo diversos acabados. En los diferentes periodos de la cultura Japonesa se puede observar el avance técnico, y de acabado dado en sus piezas, realizando grandes aportes en la elaboración y cocción de los objetos ceramios. Se puede clasificar en tres grupos: De Gres, Alfarería y la Porcelana. En Japón la cerámica y porcelana son conocidas en conjunto como
yakimono.
En el periodo
Jomo (13.000c.-300 a.C.) se decoraban las piezas con surcos o presión con cuerdas, en la época Yayoi (300 a.C.-300 d.C.) se utilizan nuevos tipos de cerámica siendo menos decorada que el periodo anterior.

Debido a las nuevas técnicas procedentes de Corea en el periodo Kofun (300-710 d.C.) se crea un nuevo sistema de cocción por medio de la creación de hornos de altas temperaturas, que se elaboran en las laderas de las montañas con un sistema de túneles, dando como resultado una cerámica que se conoce como
Sueki, siendo esta un gres de color gris, que se decora con un barniz elaborado de cenizas naturales.
En la época
Nara (710-794) se emplean tres colores el rojo, amarillo, y verde oscuro.

En periodo
Heain (794-1185) se elabora la cerámica
Seto o
Kiseto, que presenta tonalidades ámbar y amarillas, donde se destaca la influencia de la producción cerámica de la dinastía Song de China.
La ceremonia del té que se desarrolla en el periodo
Muromachi (1333-1568), debido a la influencia China que favorece en la producción cerámica, y que se extiende en la época
Azuchi-Momoyama (1568-1600), debido al gran acabado dado en sus piezas por el ideal de simplicidad y tranquilidad que se genera en la ceremonia del té, que expresan el espíritu
Wabi (Sencillez de gusto y belleza armoniosa).
Se descubre el
caolín a inicios del periodo Edo (1600-1868) permitiendo la elaboración de porcelana blanca, liviana y resistente, de la cual se destaca la que se conoce como Imari, que posee una fuerte influencia de la porcelana coreana, donde domina las tonalidades azules con fondos blanco, con pequeñas tonalidades amarillentas, también se destaca el estilo Kankiemon que se caracteriza por los diseños asimétricos y policromados.
En los diferentes periodos de producción cerámica, de Japón se puede observa un avance productivo debido a la interacción con las diferentes culturas como un medio, para mejorar en su calidad técnica y productiva, y que funciona como un registro de su entorno y cultura, esto se ve claramente en la cerámica de estilo
Sueki que aporta en el desarrollo y aplicación de los materiales como es el caso de la ceniza que funciona como un barniz que favorece en el acabado de la pieza, y en la cerámica de estilo
Imari que resuelve por medio del color, material, y grafica la pieza dando grandes acabados funcionando como registro de su entorno cultura, y creencias.
Estos dos estilos representan la evolución técnica y plástica, de la cerámica japonesa donde ya no solo es indispensable que el objeto cumpla una función utilitaria sino que represente ideales, de la cultura por medio de escenas cotidianas, paisajes, reflejando la necesidad humana de elaborar un registro de nuestro entorno como un medio de expresión que se materializa en las diferentes producciones.

La Cerámica como medio de comunicación, y registro, posee un valor importante ya que por medio de esta se han dado a conocer materiales técnicas y modos de vida, como es el caso de la cultura japonesa que aporta no solo a su cultura sino a las otras civilizaciones, que han realizado grandes aportes debido a la influencia de esta cultura, que se da a conocer con solo que se pueda observar alguna pieza cerámica debido a sus acabados, detalles, sencillez y expresión, que no solo fue una sociedad influenciada, sino que influye por medio de su producción plástica.
Banzai!!!